Le vienen buscando el pierde a Romney desde el primer día de la creación. El último incidente se refiere a un video de una reunión privada que tuvo lugar hace cuatro meses.
En ese video, en el que Romney está en una pequeña reunión con posibles donantes, el candidato expresa que son pocas o nulas sus posibilidades de conseguir el apoyo del 47% de la población de Estados Unidos que no paga impuestos, que creen que son víctimas, y que dependen de las ayudas del gobierno federal para su vivienda, salud y comida. Básicamente su punto era de que sus esfuerzos de campaña –porque en esta reunión lo que discutía era su estrategia para enfrentar a Barack Obama– no se concentrarían en convencer a este grupo de la población, sino a “ese 5% a 10% que son de centro o independientes” y que no botan en función de las prebendas que reciben del gobierno sino por otras diversas consideraciones.
Una vez que se conoció el video, ¿quién dijo miedo? Grandes titulares de la prensa favorable a Obama en Estados Unidos como “La campaña de Romney se derrite”, “Romney la embarra”, “El final de Mitt Romney”, y otras por el estilo. Seguramente esos titulares fueron los que llevaron al corresponsal en Washington del diario El Tiempo Sergio Gómez Maseri a escribir “Con video, Romney se hace el haraquiri” (19 de septiembre 2012).
Este júbilo de columnistas y periodistas de centro izquierda parece prematuro. Un buen porcentaje de electores en Estados Unidos creen que Romney tiene razón en decir que hay demasiada gente dependiendo de los beneficios del gobierno federal y que esa es la raíz de los inmensos problemas fiscales que tienen postrada a la economía. El desborde de esos beneficios es lo que ha llevado a unos déficit anuales del gobierno federal del 10% del PIB y a una deuda que se aproxima a 100% del PIB.
Difícil que un comentario que pone el dedo en la llaga sobre la trayectoria fiscal completamente insostenible que trae la economía de Estados Unidos, y sobre la cual el gobierno de Obama no ha hecho nada sino que por el contrario la ha agravado, vaya a producir el resultado electoral que alegremente pronostican estos comentaristas y periodistas. De hecho, lo que posiblemente sucederá con el video es que nuevamente volverá al primer plano de la campaña presidencial la discusión sobre las dos visiones que están en juego.
En forma un poco superficial, estas dos visiones se pueden resumir así: 1) la de Mitt Romney que es la de una sociedad de oportunidades basada en la libertad de mercados, en una agresiva explotación de los recursos energéticos de su país, y una en la cual el éxito es admirado y emulado; y 2) la de Barack Obama basada en una sociedad centrada en un gobierno creciente y cada vez mas activo en resolverle los problemas a la gente y en regular la actividad privada, y que busca gravar en mayor proporción a los exitosos.
Al final de cuentas, quienes decidirán esta elección, que continúa muy emparejada en las encuestas, serán los votantes que hoy en día se declaran indecisos. Se trata de un porcentaje que en esta ocasión ha oscilado entre el 6% y el 9% del electorado. El comportamiento de estos indecisos no es tan difícil de predecir.
Si se hiciera una encuesta a parejas matrimoniales sobre si continúan o no con su relación, quienes se declaran indecisos es porque tienen serios reparos con esa relación. Igualmente sucede con los indecisos cuando se trata de una reelección presidencial, comportamiento que se ha repetido sin excepciones en elecciones anteriores. El tema central ahí es la inconformidad con el candidato que conocen a fondo porque ha gobernado durante un período. La mayoría los indecisos se declaran indecisos precisamente porque están inconformes con ese candidato que mas conocen, en este caso Obama.
Por eso cuando un candidato a la reelección no tiene mas del 50% de la intención de voto está en problemas. Y este ha sido el caso de Obama en esta elección. Pero no solo eso. Actualmente, después de las dos Convenciones, no hay una diferencia significativa en la intención de votos entre los dos candidatos. Si se llega a la víspera de la elección en situación parecida la ventaja será de Romney porque lo normal es que el 70% o mas de los indecisos se inclinen a favor del retador y en contra del titular.
No es para nada evidente que a varios días de la elección una declaración de Romney de mayo, sobre la cual incluso una porción importante del electorado coincide, vaya a producir grandes variaciones en las preferencias. De mayor trascendencia, sobretodo para los indecisos, serán los tres debates que tendrán lugar en octubre. Y sin lugar a dudas lo que suceda con la economía del bolsillo, cuya evolución definitivamente no favorece a Obama.
(Advertencia: lanota.com solo utiliza este nombre. No tiene relación alguna con portales o empresas que emplean la palabra lanota en otras combinaciones de nombres).
Una vez que se conoció el video, ¿quién dijo miedo? Grandes titulares de la prensa favorable a Obama en Estados Unidos como “La campaña de Romney se derrite”, “Romney la embarra”, “El final de Mitt Romney”, y otras por el estilo. Seguramente esos titulares fueron los que llevaron al corresponsal en Washington del diario El Tiempo Sergio Gómez Maseri a escribir “Con video, Romney se hace el haraquiri” (19 de septiembre 2012).
Este júbilo de columnistas y periodistas de centro izquierda parece prematuro. Un buen porcentaje de electores en Estados Unidos creen que Romney tiene razón en decir que hay demasiada gente dependiendo de los beneficios del gobierno federal y que esa es la raíz de los inmensos problemas fiscales que tienen postrada a la economía. El desborde de esos beneficios es lo que ha llevado a unos déficit anuales del gobierno federal del 10% del PIB y a una deuda que se aproxima a 100% del PIB.
Difícil que un comentario que pone el dedo en la llaga sobre la trayectoria fiscal completamente insostenible que trae la economía de Estados Unidos, y sobre la cual el gobierno de Obama no ha hecho nada sino que por el contrario la ha agravado, vaya a producir el resultado electoral que alegremente pronostican estos comentaristas y periodistas. De hecho, lo que posiblemente sucederá con el video es que nuevamente volverá al primer plano de la campaña presidencial la discusión sobre las dos visiones que están en juego.
En forma un poco superficial, estas dos visiones se pueden resumir así: 1) la de Mitt Romney que es la de una sociedad de oportunidades basada en la libertad de mercados, en una agresiva explotación de los recursos energéticos de su país, y una en la cual el éxito es admirado y emulado; y 2) la de Barack Obama basada en una sociedad centrada en un gobierno creciente y cada vez mas activo en resolverle los problemas a la gente y en regular la actividad privada, y que busca gravar en mayor proporción a los exitosos.
Al final de cuentas, quienes decidirán esta elección, que continúa muy emparejada en las encuestas, serán los votantes que hoy en día se declaran indecisos. Se trata de un porcentaje que en esta ocasión ha oscilado entre el 6% y el 9% del electorado. El comportamiento de estos indecisos no es tan difícil de predecir.
Si se hiciera una encuesta a parejas matrimoniales sobre si continúan o no con su relación, quienes se declaran indecisos es porque tienen serios reparos con esa relación. Igualmente sucede con los indecisos cuando se trata de una reelección presidencial, comportamiento que se ha repetido sin excepciones en elecciones anteriores. El tema central ahí es la inconformidad con el candidato que conocen a fondo porque ha gobernado durante un período. La mayoría los indecisos se declaran indecisos precisamente porque están inconformes con ese candidato que mas conocen, en este caso Obama.
Por eso cuando un candidato a la reelección no tiene mas del 50% de la intención de voto está en problemas. Y este ha sido el caso de Obama en esta elección. Pero no solo eso. Actualmente, después de las dos Convenciones, no hay una diferencia significativa en la intención de votos entre los dos candidatos. Si se llega a la víspera de la elección en situación parecida la ventaja será de Romney porque lo normal es que el 70% o mas de los indecisos se inclinen a favor del retador y en contra del titular.
No es para nada evidente que a varios días de la elección una declaración de Romney de mayo, sobre la cual incluso una porción importante del electorado coincide, vaya a producir grandes variaciones en las preferencias. De mayor trascendencia, sobretodo para los indecisos, serán los tres debates que tendrán lugar en octubre. Y sin lugar a dudas lo que suceda con la economía del bolsillo, cuya evolución definitivamente no favorece a Obama.
(Advertencia: lanota.com solo utiliza este nombre. No tiene relación alguna con portales o empresas que emplean la palabra lanota en otras combinaciones de nombres).