La eliminación de Francia fue apenas normal. Un odioso equipo, que venía jugando mal desde hacía bastante y que había clasificado en forma tramposa para este Mundial de Sudáfrica. La sorpresa hubiera sido su paso a los octavos de final.

La eliminación de Italia tampoco sorprendió. Todo el mundo estaba de acuerdo en que la squadra azzurra venía de capa caída, sin relevo generacional y sin figuras importantes que hicieran la diferencia en partidos difíciles.

Clasificaron por Europa los que se esperaba que lo harían. España, Holanda, Inglaterra, Alemania, Portugal y Eslovaquia. Quizás sin contar a este último invitado, los otros son actualmente, sin lugar a dudas, los equipos más fuertes de Europa.

Sobresaliente desde todo punto de vista la clasificación de Corea del Sur y Japón. Al igual que Estados Unidos, son equipos compactos, de una gran disciplina táctica y que nunca se dan por vencidos. Todos se sacrifican para el equipo. Estas tres escuadras tienen lo que les hizo falta a los equipos de África, los cuales cuentan con jugadores muy talentosos, pero que juegan sin un elaborado sentido colectivo.

¿Los favoritos para ganar el torneo? Los mismos del comienzo: España, Brasil, Argentina, Inglaterra, Alemania y Holanda. Sin embargo, España, Argentina, Alemania e Inglaterra se eliminarían entre sí antes de la final. Por otro lado, Brasil y Holanda también lo harán entre sí y el ganador tendrá que enfrentar al ganador entre Estados Unidos (o Ghana) y Uruguay.

Aunque siempre hay la posibilidad de una gran sorpresa, la historia de los mundiales indica que el ganador siempre es uno de los favoritos iniciales. Como quien dice, es muy difícil que no se imponga la lógica.