Los congresistas Republicanos sólo aprobarían los TLC de Estados con Colombia, Panamá y Corea del Sur si se presentan en paquete. Obama sólo quiere aprobar el de Corea.

 

Barack Obama dejó vencer el Atpdea y se ha vuelto odioso con su procrastinación con el TLC de Colombia, que es una ridícula estrategia para evitar contrariar a algunos sindicatos de Estados Unidos, que son los que en su gobierno deciden sobre estos temas.

La mayoría Republicana del Congreso está dispuesta a aprobar el TLC con Colombia a la brevedad. Varios congresistas del Partido Demócrata, el de Obama, también están en ese plan. Obama, y sólo Obama, no lo está.

Las excusas ya no cuentan. Obama no tiene la valentía de decirlo de frente. Alguien debería indicarle que sus pronunciamientos burocráticos y dilatorios sobre el TLC con Colombia, a estas alturas del paseo, sólo producen risa. Se han convertido en una completa burla para la contraparte.

Puro bla bla bla el gobierno de Obama en materia de política de comercio exterior. Después de más de dos años que lleva su administración, nadie sabe cuáles son sus prioridades en este campo.