La investigación la realizó Stephen Cecchetti y su grupo de colaboradores. La conclusión a que llegaron es que la deuda se convierte en cancerosa cuando alcanza entre 90% del PIB para el gobierno, 90% para las empresas, y 85% para los hogares. O sea que los países padecen cáncer con una deuda agregada superior a 265% del PIB.
Pues bien, la investigación señala que los problemas de deuda que enfrentan las economías más avanzadas son peores de lo previamente supuesto y que las tendencias son explosivas. El hecho de que muchas de esas economías sufren de atrofia demográfica (escaso crecimiento de la población) y que son crecientes los costos de la seguridad social para atender a una cada vez más numerosa población de retirados, hace del problema de la deuda uno muy angustiante.
Pero, ¿cómo se llegó a esta situación? Levantamiento de restricciones al crédito, laxas políticas de expansión monetaria por parte de los bancos centrales, gobiernos irresponsables en sus compromisos de gasto, políticas tributarias que favorecen a los acreedores, son las principales causantes de una situación económicamente insostenible.
¿Cuál es el ranking de deuda agregada (gobierno, empresas y hogares) de las principales economías avanzadas? El dato se refiere a 2010 y entre paréntesis lo que era en 1980 (ambos como proporción del PIB):
1. Japón 456% (290%); 2. Portugal 363% (144%); 3. España 355% (172%); 4. Dinamarca 341% (sin dato); 5. Suecia 340% (219%); 6. Bélgica 328% (170%); 7. Holanda 327% (205%); 8. Reino Unido 322% (160%); 9. Francia 321% (160%); 10. Canadá 313% (236%); 11. Italia 310% (109%); 12. Grecia 273% (93%); 13. Finlandia 270% (146%); 14. Estados Unidos 268% (151%); 15. Alemania 241% (135 %); 16. Austria 238% (162%); y 17. Australia 232% (127%).
Vale la pena destacar que la primera economía del planeta Estados Unidos contrajo cáncer en 2010 y con la tendencia que lleva, especialmente en el frente de las finanzas públicas con un gobierno que se resiste a implementar políticas de austeridad, alcanzará relativamente pronto a los países europeos más endeudados.
Por otro lado, también es de interés señalar el acentuado ritmo de aumento del endeudamiento en todas las economías avanzadas. Según la investigación de Cecchetti, el crecimiento del promedio ponderado de la deuda fue de 46% en los ochenta, de 31% en los noventa, y de 61% en los dos mil. La tendencia de los últimos años es absolutamente explosiva y sobre niveles de endeudamiento ya relativamente altos, lo que indudablemente se refleja en la crisis financiera y de confianza con la que se ha iniciado la presente década.
Prosperidad al debe, indudablemente. Estos países se han montado sobre un sistema político que promueve un creciente endeudamiento como mecanismo de atención a las demandas de sus poblaciones. Y ahora no tendrán más remedio que desmontar una parte no despreciable de las prebendas y beneficios sociales que sin respaldo alguno concedieron, y castigar los créditos que sin garantías reales sus sistemas financieros otorgaron.
El endeudamiento de las economías más avanzadas supera al de otras economías como por ejemplo la de Colombia. En este país en 2010 la deuda del gobierno representó 43% del PIB y la deuda de empresas y hogares 42% del PIB. Es decir, una deuda agregada de 85% del PIB, muy por debajo del nivel canceroso promedio de 307% del PIB que en dicho año contabilizaron las economías más avanzadas. Pero también muy por debajo del nivel crítico de 265% del PIB establecido por el BIS para estas economías.
Y así la comparación podría hacerse con otros países de América Latina y de Asia donde la deuda agregada bordea el 100% del PIB. La pregunta del millón sería cuál es el nivel crítico canceroso de endeudamiento en estos países menos avanzados. Por ejemplo, Grecia con un nivel relativo similar al de Estados Unidos y menor al de Francia, ya es completamente insolvente. La respuesta, sin duda, tiene que ver con el hecho de que las chambonadas y el despilfarro en la utilización de los recursos son bastante más frecuentes en las economías menos avanzadas (productividad más baja y una menor acumulación de capital), por lo que ese nivel crítico es ahí definitivamente inferior.