Venezuela tiene uno de los gobiernos menos transparentes de la región y eso se refleja en la controversia sobre su producción petrolera.
El consenso más reciente era que ese país estaba produciendo un promedio de 2.1 millones de barriles diarios. Pero resulta que ahora el Petroleum Intelligence Weekly (PIW) publicó los resultados de un informe según el cual la producción petrolera venezolana se aproxima a los 2.5 millones de barriles diarios. La nueva cifra cuenta con el aval del UK Auditor Inspectorate.
Este resultado contradice los estimativos de la Agencia Internacional de Energía (AIE) que sitúa la producción de Venezuela en 2.2 millones de barriles. El gobierno de Venezuela, por estos días, está empeñado en mostrar que la producción no ha caído tanto como dicen sus críticos. Pero, además, entre más altos sean los estimativos sobre su capacidad de producción, mayor es la cuota total de producción a que tendría derecho dentro de la OPEC y menor sería el impacto de los recortes sobre sus exportaciones.
Sin embargo, nada es digno de confianza en la información que entrega ese gobierno. Realmente no hay información de campo lo suficientemente confiable como para establecer la verdad. Lo interesante del caso es que si la producción reciente ha promediado los 2.5 millones de barriles, Venezuela no estaría cumpliendo con las cuotas de producción que al final de cuentas le asignó la OPEC. Pero eso no es problema, porque Venezuela no aceptó los estimativos que, en septiembre de 2007, le sirvieron de base a la OPEC para la determinación de su cuota.
Este resultado contradice los estimativos de la Agencia Internacional de Energía (AIE) que sitúa la producción de Venezuela en 2.2 millones de barriles. El gobierno de Venezuela, por estos días, está empeñado en mostrar que la producción no ha caído tanto como dicen sus críticos. Pero, además, entre más altos sean los estimativos sobre su capacidad de producción, mayor es la cuota total de producción a que tendría derecho dentro de la OPEC y menor sería el impacto de los recortes sobre sus exportaciones.
Sin embargo, nada es digno de confianza en la información que entrega ese gobierno. Realmente no hay información de campo lo suficientemente confiable como para establecer la verdad. Lo interesante del caso es que si la producción reciente ha promediado los 2.5 millones de barriles, Venezuela no estaría cumpliendo con las cuotas de producción que al final de cuentas le asignó la OPEC. Pero eso no es problema, porque Venezuela no aceptó los estimativos que, en septiembre de 2007, le sirvieron de base a la OPEC para la determinación de su cuota.