Esta candidata lo único que hizo antes de la primera vuelta fue atacar a Juan Manuel Santos, cuando su verdadero rival era Antanas Mockus.
El desafío para Noemí era el de pasar a la segunda vuelta en las elecciones presidenciales de Colombia. Se sabía que Juan Manuel Santos era uno de los que llegaría a la segunda vuelta. Se trataba, entonces, de luchar contra los demás candidatos para ser, entre ellos, la de mayor votación.
Por otro lado, su partido, el Partido Conservador, es actualmente con el Partido de la U, un partido de gobierno. Hace parte de la coalición del gobierno de Álvaro Uribe. En las pasadas elecciones para el Congreso obtuvo la segunda votación después del Partido de la U. Entre ambos tienen el 50% del Congreso.
No es del interés del Partido Conservador dejar de ser un partido de gobierno. No es su interés romper su coalición con el Partido de la U, con el cual, además, comparte tesis programáticas. Sería un suicidio para el Partido Conservador en los actuales momentos abandonar su coalición con el Partido de la U para ser socio de quinta en otra coalición presidida por una amalgama de partidos minoritarios dirigida por el Partido Verde.
Si quienes se dicen conservadores votan por Mockus en una eventual segunda vuelta, sencillamente le asestarían un duro golpe a su partido. En la actual coalición de gobierno le ha ido bien al Partido Conservador, y no hay motivo para esperar que no le siga yendo bien en un gobierno presidido por Santos. Ser partido de gobierno exige disciplina al votar, pero pareciera que muchos conservadores se toman este asunto muy a la ligera.
Así las cosas, la insólita actitud de Noemí de ensalzar a Mockus y atacar a Santos no hace el más mínimo sentido, tanto desde el punto de vista de sus intereses como los de su partido. Se podría decir que lo mismo le ha pasado a otro candidato, a Germán Vargas Lleras del Partido Cambio Radical y quien fuera socio de la actual coalición de gobierno.
Tanto Noemí como Vargas Lleras han sido idiotas útiles en la gavilla que han formado los candidatos de la oposición, Mockus, Gustavo Petro y Rafael Pardo, para desprestigiar a Santos y al Presidente Uribe. El claro ganador de esa gavilla ha sido Mockus. Y los perdedores han sido Noemí y Vargas Lleras, pero también Petro y Pardo. Ninguno de ellos se dio cuenta, increíble pero cierto, que la primera vuelta no era contra Santos, quien de todas maneras iba a ser escogido como uno de los finalistas, sino contra el más fuerte de los demás candidatos, que por lo que dicen las encuestas resultó ser Mockus.
Por otro lado, su partido, el Partido Conservador, es actualmente con el Partido de la U, un partido de gobierno. Hace parte de la coalición del gobierno de Álvaro Uribe. En las pasadas elecciones para el Congreso obtuvo la segunda votación después del Partido de la U. Entre ambos tienen el 50% del Congreso.
No es del interés del Partido Conservador dejar de ser un partido de gobierno. No es su interés romper su coalición con el Partido de la U, con el cual, además, comparte tesis programáticas. Sería un suicidio para el Partido Conservador en los actuales momentos abandonar su coalición con el Partido de la U para ser socio de quinta en otra coalición presidida por una amalgama de partidos minoritarios dirigida por el Partido Verde.
Si quienes se dicen conservadores votan por Mockus en una eventual segunda vuelta, sencillamente le asestarían un duro golpe a su partido. En la actual coalición de gobierno le ha ido bien al Partido Conservador, y no hay motivo para esperar que no le siga yendo bien en un gobierno presidido por Santos. Ser partido de gobierno exige disciplina al votar, pero pareciera que muchos conservadores se toman este asunto muy a la ligera.
Así las cosas, la insólita actitud de Noemí de ensalzar a Mockus y atacar a Santos no hace el más mínimo sentido, tanto desde el punto de vista de sus intereses como los de su partido. Se podría decir que lo mismo le ha pasado a otro candidato, a Germán Vargas Lleras del Partido Cambio Radical y quien fuera socio de la actual coalición de gobierno.
Tanto Noemí como Vargas Lleras han sido idiotas útiles en la gavilla que han formado los candidatos de la oposición, Mockus, Gustavo Petro y Rafael Pardo, para desprestigiar a Santos y al Presidente Uribe. El claro ganador de esa gavilla ha sido Mockus. Y los perdedores han sido Noemí y Vargas Lleras, pero también Petro y Pardo. Ninguno de ellos se dio cuenta, increíble pero cierto, que la primera vuelta no era contra Santos, quien de todas maneras iba a ser escogido como uno de los finalistas, sino contra el más fuerte de los demás candidatos, que por lo que dicen las encuestas resultó ser Mockus.