La amenazas del cartel de recortar cuotas adicionales y postergar proyectos de producción son recibidas con escepticismo en el mercado internacional.
Su secretario general Abdullah al-Badri dijo que la organización recortaría nuevamente las cuotas en la próxima reunión de marzo 15 en Viena. Por otro lado, señaló que se ha implementado un 80% del actual recorte de 4.2 millones de barriles diarios acordado a finales de 2008.
Como si lo anterior fuera poco, al-Badri indicó que el grupo de países miembros pospondrá 35 de los 150 proyectos de producción de petróleo y gas natural que estaban programados. Atrás quedó la meta del cartel de aumentar su capacidad de producción en 5 millones de barriles diarios hacía 2012.
El mercado reaccionó con escepticismo ante los anuncios del secretario general. El precio internacional no se movió ni para arriba ni para abajo. Quedaron atrás los días en que un estornudo de la OPEC producía gripa en los mercados.
Durante los últimos dos meses el precio ha oscilado alrededor de US$40 barril, muy por debajo de la aspiración de los países miembros de estabilizarlo en US$70 barril. Los inventarios en países importadores como Estados Unidos se encuentran en un punto alto y la crisis económica mundial es más profunda de lo que se creía inicialmente.
Es probable que la caída en el precio del crudo no haya tocado fondo. Dada la situación de exceso de oferta sobre la demanda, la capacidad de la OPEC para incidir en el precio es cada vez menor. Pero además, abundan las dudas sobre la seriedad en la implementación de los recortes por parte de varios países miembros. Con recortes adicionales, se corre el riesgo de resquebrajar por completo la ya deteriorada disciplina del cartel, tal como ha sucedido en el pasado cuando se presentó una sostenida tendencia del precio a la baja. Actualmente la OPEC abarca cerca del 40% de la oferta total, pero a medida que reduce su producción, aumenta la importancia de los productores no miembros.
Como si lo anterior fuera poco, al-Badri indicó que el grupo de países miembros pospondrá 35 de los 150 proyectos de producción de petróleo y gas natural que estaban programados. Atrás quedó la meta del cartel de aumentar su capacidad de producción en 5 millones de barriles diarios hacía 2012.
El mercado reaccionó con escepticismo ante los anuncios del secretario general. El precio internacional no se movió ni para arriba ni para abajo. Quedaron atrás los días en que un estornudo de la OPEC producía gripa en los mercados.
Durante los últimos dos meses el precio ha oscilado alrededor de US$40 barril, muy por debajo de la aspiración de los países miembros de estabilizarlo en US$70 barril. Los inventarios en países importadores como Estados Unidos se encuentran en un punto alto y la crisis económica mundial es más profunda de lo que se creía inicialmente.
Es probable que la caída en el precio del crudo no haya tocado fondo. Dada la situación de exceso de oferta sobre la demanda, la capacidad de la OPEC para incidir en el precio es cada vez menor. Pero además, abundan las dudas sobre la seriedad en la implementación de los recortes por parte de varios países miembros. Con recortes adicionales, se corre el riesgo de resquebrajar por completo la ya deteriorada disciplina del cartel, tal como ha sucedido en el pasado cuando se presentó una sostenida tendencia del precio a la baja. Actualmente la OPEC abarca cerca del 40% de la oferta total, pero a medida que reduce su producción, aumenta la importancia de los productores no miembros.