Así es como se debe calificar la difusión por la W Radio de una denuncia que hizo un usuario del local de Jeno’s Pizza en Unicentro.
La noticia fue divulgada el 27 de febrero de 2013. Según un tal Benjamín Higuera, en el día anterior almorzó en ese restaurante una pizza y al morder encontró vidrios de una dimensión considerable que supuestamente le produjeron heridas en su boca. Alega que incluso se tragó algunos trozos.
Juan del Río, representante de Jeno’s Pizza en Colombia, señaló que el personaje no le mostró al administrador del restaurante las heridas y que no respondió a las llamadas de la empresa para aclarar el asunto. Por otro lado, dejó en claro que en los procesos de elaboración de las pizzas de la cadena no intervienen materiales de vidrio.
Lo único cierto de este caso es que Higuera tiene una versión de los hechos que luce altamente sospechosa. No tiene ninguna prueba concreta de las acusaciones que le hace a Jeno’s. Menos aún la tiene la W Radio.
Sin prueba alguna en sus manos, Julio Sánchez difundió una acusación que puede causarle enorme daño a la imagen de una empresa líder en este segmento del negocio de las comidas rápidas. Es ciertamente un delito transmitir por un medio de comunicación acusaciones de semejante tamaño en contra de una empresa sin que exista evidencia alguna de su veracidad o sin que por lo menos haya una demanda de por medio.
Aunque no se sabe como va a proceder, Jeno’s Pizza estaría en todo su derecho de demandar por daños y perjuicios a Caracol Radio que es el dueño de la W. Lástima que no exista el delito de “terrorismo empresarial informativo”, que es uno en el que medios de comunicación divulgan rumores que desprestigian a negocios exitosos con el objeto de favorecer a la competencia.
De paso no sobra señalar que desde que la cadena Telepizza de España compró hace dos años a Jeno’s Pizza aumentó sus puntos de venta de 73 a 125. No hay la menor duda de que su fulgurante éxito reciente ha puesto nervioso a mas de uno de la competencia.
Juan del Río, representante de Jeno’s Pizza en Colombia, señaló que el personaje no le mostró al administrador del restaurante las heridas y que no respondió a las llamadas de la empresa para aclarar el asunto. Por otro lado, dejó en claro que en los procesos de elaboración de las pizzas de la cadena no intervienen materiales de vidrio.
Lo único cierto de este caso es que Higuera tiene una versión de los hechos que luce altamente sospechosa. No tiene ninguna prueba concreta de las acusaciones que le hace a Jeno’s. Menos aún la tiene la W Radio.
Sin prueba alguna en sus manos, Julio Sánchez difundió una acusación que puede causarle enorme daño a la imagen de una empresa líder en este segmento del negocio de las comidas rápidas. Es ciertamente un delito transmitir por un medio de comunicación acusaciones de semejante tamaño en contra de una empresa sin que exista evidencia alguna de su veracidad o sin que por lo menos haya una demanda de por medio.
Aunque no se sabe como va a proceder, Jeno’s Pizza estaría en todo su derecho de demandar por daños y perjuicios a Caracol Radio que es el dueño de la W. Lástima que no exista el delito de “terrorismo empresarial informativo”, que es uno en el que medios de comunicación divulgan rumores que desprestigian a negocios exitosos con el objeto de favorecer a la competencia.
De paso no sobra señalar que desde que la cadena Telepizza de España compró hace dos años a Jeno’s Pizza aumentó sus puntos de venta de 73 a 125. No hay la menor duda de que su fulgurante éxito reciente ha puesto nervioso a mas de uno de la competencia.