En el segundo trimestre de 2009 el sector industrial colombiano cayó 9,4% frente al mismo período del año anterior.
Se trata del cuarto trimestre consecutivo en que la industria registra un descenso importante. En el tercer trimestre de 2008 la caída anual fue de 4%, en cuarto trimestre de ese año fue de 9,7%, en el primer trimestre de 2009 de 7,4% y en el segundo trimestre de este año fue de 9,4%.
A su vez, las ventas han disminuido a un ritmo menor en este año –descenso de 5,8% en el primer trimestre y de 6,9% en el segundo trimestre. Después de la abrupta contracción de finales de 2008, el sector industrial ha logrado hacer un ajuste importante en inventarios, lo que es prerrequisito para el inicio de un proceso de recuperación.
Por otro lado, el empleo en el sector industrial cayó 6,2% en el primer trimestre y 6,9% en el segundo trimestre, pero ha sido ante todo en personal temporal. La proporción entre personal temporal dentro del total de personal ha pasado de 46,3% en el segundo trimestre de 2008 a 43,8% en el segundo trimestre de 2009. Se revirtió, de esta manera, una tendencia, que se inició a comienzos de la actual década, de un constante aumento relativo del personal temporal frente al personal permanente.
Finalmente es de interés registrar cómo la caída del sector industrial ha sido afectada por el gobierno de Hugo Chávez. El subsector que más contribuye al PIB industrial, el de vehículos automotores, cayó un 44% en el primer semestre de 2009 frente al mismo período de 2008. Este abrupto descenso sólo se explica por la prohibición total de ese gobierno a las importaciones de vehículos producidos en Colombia. Otro subsector que ha pesado bastante en el comportamiento negativo reciente de la industria es el de confecciones, que también ha sido afectado por las restricciones del gobierno venezolano.
Hay que tener presente que las restricciones de Venezuela a las importaciones de vehículos automotores y confecciones provenientes de Colombia vienen de antes de las burdas amenazas de Chávez de cerrar por completo la frontera y de comprarle a la Argentina lo que importa de Colombia. Esas restricciones obedecen a decisiones de CADIVI, una entidad que cierra y abre importaciones según sea la disponibilidad de divisas y el humor de sus funcionarios. Las exportaciones de Colombia a Venezuela han venido en aumento a pesar de estas restricciones y la razón fundamental es que el sector productivo de ese país se encuentra postrado por nacionalizaciones, expropiaciones, multas y huelgas laborales impulsadas desde el gobierno.
La verdad sea dicha, Argentina no esta en capacidad de reemplazar a las fábricas colombianas que se encuentran al otro lado de la frontera, que ya conocen ese mercado y que saben cómo superar las innumerables trabas que allá imponen al comercio exterior. Ni siquiera podrá Argentina, al menos a corto plazo, sustituir parcialmente a Colombia con exportaciones de carne, puesto que sufrió una sequía que la ha forzado a importar este producto por primera vez en muchos años.
A su vez, las ventas han disminuido a un ritmo menor en este año –descenso de 5,8% en el primer trimestre y de 6,9% en el segundo trimestre. Después de la abrupta contracción de finales de 2008, el sector industrial ha logrado hacer un ajuste importante en inventarios, lo que es prerrequisito para el inicio de un proceso de recuperación.
Por otro lado, el empleo en el sector industrial cayó 6,2% en el primer trimestre y 6,9% en el segundo trimestre, pero ha sido ante todo en personal temporal. La proporción entre personal temporal dentro del total de personal ha pasado de 46,3% en el segundo trimestre de 2008 a 43,8% en el segundo trimestre de 2009. Se revirtió, de esta manera, una tendencia, que se inició a comienzos de la actual década, de un constante aumento relativo del personal temporal frente al personal permanente.
Finalmente es de interés registrar cómo la caída del sector industrial ha sido afectada por el gobierno de Hugo Chávez. El subsector que más contribuye al PIB industrial, el de vehículos automotores, cayó un 44% en el primer semestre de 2009 frente al mismo período de 2008. Este abrupto descenso sólo se explica por la prohibición total de ese gobierno a las importaciones de vehículos producidos en Colombia. Otro subsector que ha pesado bastante en el comportamiento negativo reciente de la industria es el de confecciones, que también ha sido afectado por las restricciones del gobierno venezolano.
Hay que tener presente que las restricciones de Venezuela a las importaciones de vehículos automotores y confecciones provenientes de Colombia vienen de antes de las burdas amenazas de Chávez de cerrar por completo la frontera y de comprarle a la Argentina lo que importa de Colombia. Esas restricciones obedecen a decisiones de CADIVI, una entidad que cierra y abre importaciones según sea la disponibilidad de divisas y el humor de sus funcionarios. Las exportaciones de Colombia a Venezuela han venido en aumento a pesar de estas restricciones y la razón fundamental es que el sector productivo de ese país se encuentra postrado por nacionalizaciones, expropiaciones, multas y huelgas laborales impulsadas desde el gobierno.
La verdad sea dicha, Argentina no esta en capacidad de reemplazar a las fábricas colombianas que se encuentran al otro lado de la frontera, que ya conocen ese mercado y que saben cómo superar las innumerables trabas que allá imponen al comercio exterior. Ni siquiera podrá Argentina, al menos a corto plazo, sustituir parcialmente a Colombia con exportaciones de carne, puesto que sufrió una sequía que la ha forzado a importar este producto por primera vez en muchos años.