El Fondo Monetario Internacional (FMI) le solicitó a España reformas económicas urgentes y decisivas.

 

La entidad multilateral alertó acerca de la necesidad de acelerar la reestructuración tanto del sistema financiero español como del mercado laboral. En relación con este último mercado, el FMI señaló que es disfuncional y que se deben reducir las indemnizaciones por despidos y asignarle un menor papel al sistema de negociación colectiva. También pidió una reforma audaz del sistema de pensiones con medidas como vincular la edad de jubilación a la actual expectativa de vida.

Según el FMI, el paquete de austeridad adoptado recientemente fortalece el proceso de ajuste, pero hay el riesgo de no cumplir con las metas fiscales si la economía no se recupera con la velocidad que espera el gobierno de José Luis Zapatero.

En una respuesta, la ministra de Economía y Hacienda Elena Salgado declaró que coincidía con el Fondo en que España había avanzado en el ajuste, pero que no estaba del todo de acuerdo con la manera de realizar las reformas y cambios que ese organismo considera urgentes y decisivos.

Es decir, la típica respuesta de un gobierno que está acostumbrado a procrastinar sobre los temas difíciles de la política económica. Sólo que ahora el tiempo si apremia de verdad para agarrar el desbocado toro por los cuernos.