La recesión actual lleva seis trimestres consecutivos y supera en duración, aunque no en profundidad, a la de 2008-2009 que se prolongó por cinco trimestres.
Si bien Alemania, la principal economía de la eurozona creció 0,1% en el primer trimestre de 2013 y evitó así caer en recesión (definida como dos trimestres consecutivos de contracción), eso fue insuficiente para que el PIB del conjunto de países disminuyera 0,2%. Nueve de los 17 países que la conforman están oficialmente en recesión.
Sin embargo, este descenso del primer trimestre de 2013 fue inferior al de 0,6% del último trimestre de 2012. Pero preocupa una notable adición, la de Francia, a la categoría de países en recesión. La economía gala se contrajo 0,2%, igual que en el cuarto trimestre del año pasado. Países como Italia y España llevan siete trimestres de caída en su PIB.
El consenso entre los analistas es que la recuperación será muy lenta. Alemania crecería en este año apenas 0,4% frente a un estimativo inicial de 0,7%. En el caso de Francia los pronósticos son pesimistas dado el desplome de la inversión y de sus exportaciones. Las políticas del gobierno socialista de Francois Hollande han generado una alta incertidumbre entre el sector empresarial y han afectado negativamente la competitividad de su país en los mercados internacionales.
La eurozona está afectada por unos niveles abrumadores de endeudamiento público y privado. Muchos años de crecimiento económico al debe se han traducido en un período de corrección, con medidas dirigidas a disminuir inmensos desequilibrios fiscales y a sanear los muy debilitados sistemas financieros con ventas de activos y con capitalizaciones.
Los pronósticos señalan que solo hasta el segundo semestre de 2014 la eurozona vería luz al final de túnel, siempre y cuando se prosigan con los esfuerzos de reducción de la deuda y bajo el supuesto que una “sincerada” de economías como la de Francia no traiga sorpresas desagradables mayúsculas.
Sin embargo, este descenso del primer trimestre de 2013 fue inferior al de 0,6% del último trimestre de 2012. Pero preocupa una notable adición, la de Francia, a la categoría de países en recesión. La economía gala se contrajo 0,2%, igual que en el cuarto trimestre del año pasado. Países como Italia y España llevan siete trimestres de caída en su PIB.
El consenso entre los analistas es que la recuperación será muy lenta. Alemania crecería en este año apenas 0,4% frente a un estimativo inicial de 0,7%. En el caso de Francia los pronósticos son pesimistas dado el desplome de la inversión y de sus exportaciones. Las políticas del gobierno socialista de Francois Hollande han generado una alta incertidumbre entre el sector empresarial y han afectado negativamente la competitividad de su país en los mercados internacionales.
La eurozona está afectada por unos niveles abrumadores de endeudamiento público y privado. Muchos años de crecimiento económico al debe se han traducido en un período de corrección, con medidas dirigidas a disminuir inmensos desequilibrios fiscales y a sanear los muy debilitados sistemas financieros con ventas de activos y con capitalizaciones.
Los pronósticos señalan que solo hasta el segundo semestre de 2014 la eurozona vería luz al final de túnel, siempre y cuando se prosigan con los esfuerzos de reducción de la deuda y bajo el supuesto que una “sincerada” de economías como la de Francia no traiga sorpresas desagradables mayúsculas.