Son sorprendentes los aumentos recientes y proyectados en su producción de petróleo y gas natural y muy considerables las implicaciones económicas y geopolíticas de tal hecho.
Aunque se había proyectado una bonanza en la producción petrolera de Estados Unidos, se cumplieron los pronósticos mas optimistas y antes de lo esperado. Según lo reporta Patti Domm de la cadena de televisión CNBC, los niveles actuales de producción están en su punto mas alto de los últimos 20 años al tiempo que la demanda está en su nivel mas bajo de los últimos 17 años.
En 2013 Estados Unidos producirá cerca de 7.3 millones de barriles diarios (mbd), un crecimiento de 13,7% frente a los 6.4 mbd de 2012. Como resultado de la mayor producción y la menor demanda las importaciones han venido declinando: en febrero de 2013 fueron 7.7 mbd, es decir 1.2 mbd menos que en igual mes del año anterior y la mitad de lo que era en 2006.
La mayor producción de petróleo y de gas natural se origina en buena medida en la explotación de campos de arenas petrolíferas y esquistos bituminosos. Esto ha sido posible por los avances en la tecnología de perforación horizontal y fracturación hidráulica de pozos.
Como sea, algunos analistas como en el caso de Edward Morse de Citigroup anticipan que Estados Unidos alcanzará la autosuficiencia petrolera en 2020, en tanto que otros proyectan que lo será antes de ese año. El incremento en la producción de gas natural le permitirá a Estados Unidos sustituir petróleo como combustible para el transporte y en otros usos (y dicho sea de paso, sustituir carbón térmico del que importa desde países como Colombia).
Es mas, como van las cosas en unos tres años Estados Unidos solo dependería de importaciones de petróleo de sus vecinos Canadá y México y podría reducir casi por completo sus importaciones provenientes de regiones como el Medio Oriente y Suramérica.
Estos desarrollos con la producción petrolera y de gas natural de Estados Unidos, y que también se están dando en Canadá y que se vislumbran como una eventual realidad en Australia en donde se han descubierto unos gigantescos campos explotables con la nueva tecnología, tendrán un fuerte impacto en el precio internacional del petróleo (y de otros productos básicos como el carbón). Por ahora se habla de que hacia 2014 el precio del crudo se situará en una banda entre US$60 y US$80 barril en comparación con la banda actual entre US$80 y US$95 barril.
En el caso de Colombia las consecuencias económicas serían significativas, no solamente porque el petróleo y el carbón representan cerca de 60% de sus exportaciones, sino también porque las economías de sus vecinos Venezuela y Ecuador dependen casi enteramente de lo que suceda con el precio internacional del crudo.
La mayor producción de petróleo y de gas natural se origina en buena medida en la explotación de campos de arenas petrolíferas y esquistos bituminosos. Esto ha sido posible por los avances en la tecnología de perforación horizontal y fracturación hidráulica de pozos.
Como sea, algunos analistas como en el caso de Edward Morse de Citigroup anticipan que Estados Unidos alcanzará la autosuficiencia petrolera en 2020, en tanto que otros proyectan que lo será antes de ese año. El incremento en la producción de gas natural le permitirá a Estados Unidos sustituir petróleo como combustible para el transporte y en otros usos (y dicho sea de paso, sustituir carbón térmico del que importa desde países como Colombia).
Es mas, como van las cosas en unos tres años Estados Unidos solo dependería de importaciones de petróleo de sus vecinos Canadá y México y podría reducir casi por completo sus importaciones provenientes de regiones como el Medio Oriente y Suramérica.
Estos desarrollos con la producción petrolera y de gas natural de Estados Unidos, y que también se están dando en Canadá y que se vislumbran como una eventual realidad en Australia en donde se han descubierto unos gigantescos campos explotables con la nueva tecnología, tendrán un fuerte impacto en el precio internacional del petróleo (y de otros productos básicos como el carbón). Por ahora se habla de que hacia 2014 el precio del crudo se situará en una banda entre US$60 y US$80 barril en comparación con la banda actual entre US$80 y US$95 barril.
En el caso de Colombia las consecuencias económicas serían significativas, no solamente porque el petróleo y el carbón representan cerca de 60% de sus exportaciones, sino también porque las economías de sus vecinos Venezuela y Ecuador dependen casi enteramente de lo que suceda con el precio internacional del crudo.