Sus primas de riesgo se están acercando peligrosamente a las que alcanzaron en Grecia, Irlanda y Portugal antes de sus rescates.
La prima de riesgo de los bonos soberanos de España a diez años (diferencial con los ‘bund’ de Alemania) se elevó por encima de 400 puntos básicos (rendimientos anuales superiores a 6,4%) y la de Italia por encima de 385 puntos básicos (rendimientos superiores a 6,2%). La preocupación de los inversionistas es la de que ambos países serán las próximas víctimas de la crisis de la eurozona (Bélgica vendría después).
El punto de no retorno para los mercados financieros ha sido, por lo menos hasta ahora, cuando la prima de riesgo para los bonos soberanos alcanza los 500 puntos básicos (o rendimientos mayores a 7%). Cuando se llega a estos niveles el peso de la deuda sobre las cuentas públicas, en países sobre endeudados como lo son España e Italia, empieza a volverse excesivo. La alternativa es acudir a paquetes de rescate como los que la Comunidad Europea diseñó para el caso de Grecia, Irlanda y Portugal, o simplemente entrar en un proceso de default.
El problema es que el tamaño de las economías de España e Italia es muy superior al de los tres países que han sido rescatados (sin mayor éxito en el caso de Grecia). No alcanzarían los recursos, ni por parte del Banco Central Europeo, ni del Fondo Monetario Internacional, ni de otros gobiernos europeos, para rescatar a España y menos aún, si se le suma Italia (y eventualmente Bélgica).
Es de interés destacar que actualmente Grecia, Irlanda y Portugal solamente pueden acceder a la contratación de recursos frescos en los mercados financieros internacionales a muy elevados costos, no obstante los paquetes de rescate que han recibido. Si acudieran a los mercados, tendrían que hacerlo con primas de riesgo de 866 puntos básicos en el caso de Irlanda, de 884 puntos básicos en el caso de Portugal, y de 1.256 puntos básicos en el caso de Grecia.
Según JP Morgan, “los gobiernos de Italia y España se podrían quedar sin caja en septiembre y febrero, respectivamente, si se les dificulta su acceso a los mercados.” Por otro lado, los analistas coinciden en que la suerte de los dos países está estrechamente interrelacionada y que cualquier mala noticia en uno de ellos golpearía inmediatamente al otro.
El punto de no retorno para los mercados financieros ha sido, por lo menos hasta ahora, cuando la prima de riesgo para los bonos soberanos alcanza los 500 puntos básicos (o rendimientos mayores a 7%). Cuando se llega a estos niveles el peso de la deuda sobre las cuentas públicas, en países sobre endeudados como lo son España e Italia, empieza a volverse excesivo. La alternativa es acudir a paquetes de rescate como los que la Comunidad Europea diseñó para el caso de Grecia, Irlanda y Portugal, o simplemente entrar en un proceso de default.
El problema es que el tamaño de las economías de España e Italia es muy superior al de los tres países que han sido rescatados (sin mayor éxito en el caso de Grecia). No alcanzarían los recursos, ni por parte del Banco Central Europeo, ni del Fondo Monetario Internacional, ni de otros gobiernos europeos, para rescatar a España y menos aún, si se le suma Italia (y eventualmente Bélgica).
Es de interés destacar que actualmente Grecia, Irlanda y Portugal solamente pueden acceder a la contratación de recursos frescos en los mercados financieros internacionales a muy elevados costos, no obstante los paquetes de rescate que han recibido. Si acudieran a los mercados, tendrían que hacerlo con primas de riesgo de 866 puntos básicos en el caso de Irlanda, de 884 puntos básicos en el caso de Portugal, y de 1.256 puntos básicos en el caso de Grecia.
Según JP Morgan, “los gobiernos de Italia y España se podrían quedar sin caja en septiembre y febrero, respectivamente, si se les dificulta su acceso a los mercados.” Por otro lado, los analistas coinciden en que la suerte de los dos países está estrechamente interrelacionada y que cualquier mala noticia en uno de ellos golpearía inmediatamente al otro.