Su caída de 30% entre finales de julio de 2011 y finales de septiembre es resultado de la desaceleración de la economía global y especialmente de la de China.

 

En el lapso de dos meses el precio internacional del cobre cayó de US$4.50 libra a US$3.18 libra. Muchos analistas viven pendientes del Dr. Copper, como lo llaman en los mercados, porque sus movimientos reflejan la salud de los mercados. Este precio es una especie de barómetro. Su desplome reciente indicaría problemas más serios de los que muchos analistas creen en países como China, el principal demandante del metal rojo en los mercados internacionales.

Como se sabe, hay allá problemas de fondo en el sector de la construcción, así como una destorcida en los precios de los mercados de la finca raíz en otros países de Asia. La caída del precio del cobre y otros metales en estos últimos dos meses, así como del precio del petróleo (–20%), han coincidido con el descenso de 27% en el índice MSCI que mide el desempeño de las acciones en las bolsas en las economías emergentes. En el caso de la bolsa de Shangai, al cierre de septiembre alcanzó su nivel más bajo de 2011.

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