La quiebra de Madoff es un golpe adicional a los fondos de cobertura (hedge funds). Varios están contra la pared debido al éxodo de inversores.
Bernard L. Madoff Securities recibió el golpe de gracia cuando sus clientes le solicitaron retiros por US$7.000 millones. Según el financista George Soros, lo más probable es que los fondos de cobertura pierdan un 75% del capital que administraban antes de la actual crisis económica global. Algunos analistas incluso sostienen que este sector no se repondrá de la crisis de confianza generada por el cierre de varios fondos y por la no devolución de los dineros de los inversores.
Muchos fondos de cobertura requieren que sus clientes notifiquen con 90 días de anticipación el retiro de dineros. Y varios fondos solamente permiten sacar un porcentaje del capital depositado cada cierto tiempo. Pero lo que ha sucedido es que aquellos fondos más amigables y flexibles en cuanto a condiciones de retiro son los que más salidas han sufrido, sin importar cuál haya sido su desempeño. Y los que tienen más restricciones a la salida de capital, que son probablemente aquellos que han invertido en activos menos líquidos, han tenido que enfrentarse a un creciente descontento de la clientela.
Lo cierto es que en algunos casos las “puertas” o “portones” que impiden el retiro del capital depositado se han constituido en el único obstáculo a eventuales corridas. Sencillamente los inversores, o bien necesitan el dinero debido al colapso de los mercados y a la escasez de crédito, o bien por simple aversión a un riesgo que no quieren asumir, y menos aún después del descalabro de Madoff.
Muchos fondos de cobertura requieren que sus clientes notifiquen con 90 días de anticipación el retiro de dineros. Y varios fondos solamente permiten sacar un porcentaje del capital depositado cada cierto tiempo. Pero lo que ha sucedido es que aquellos fondos más amigables y flexibles en cuanto a condiciones de retiro son los que más salidas han sufrido, sin importar cuál haya sido su desempeño. Y los que tienen más restricciones a la salida de capital, que son probablemente aquellos que han invertido en activos menos líquidos, han tenido que enfrentarse a un creciente descontento de la clientela.
Lo cierto es que en algunos casos las “puertas” o “portones” que impiden el retiro del capital depositado se han constituido en el único obstáculo a eventuales corridas. Sencillamente los inversores, o bien necesitan el dinero debido al colapso de los mercados y a la escasez de crédito, o bien por simple aversión a un riesgo que no quieren asumir, y menos aún después del descalabro de Madoff.