Hay bases para esperar una pronta recuperación del consumo interno y de la actividad económica en general.
Las últimas medidas de la Junta Directiva del Banco de la República lo dicen todo. En los dos últimos meses de 2009 el Banco gastará más de US$1.500 millones en la compra de TES y de dólares. Con esto, se garantizará altos niveles de gasto público y se aumentarán las reservas internacionales más de lo esperado, lo cual irrigará liquidez a la economía.
Al tiempo que el Banco de la República intenta impedir una excesiva revaluación del peso, el Ministerio de Hacienda ha anunciado que de aquí a fin de año intentará no monetizar los bonos que ha colocado en el exterior. Al mismo tiempo, se ha comprometido a dejar por fuera US$500 millones de dividendos que recibió de Ecopetrol.
Por otro lado el Banco de la República fijó la meta de la inflación para 2010 entre 2% y 4%. Las autoridades están confiadas de que la mayor liquidez que otorgarán en los próximos meses no tendrá un impacto sobre la inflación. La fortaleza del peso y las menores exportaciones a Venezuela contribuirán a mantenerla en reducidos niveles.
Si a lo anterior se agrega la debilidad del dólar debido a políticas fiscales y monetarias irresponsables emprendidas por el actual gobierno de Estados Unidos, y que esa debilidad va para largo, lo razonable es proyectar que la fortaleza del peso frente al dólar durará como mínimo dos años y muy posiblemente tres o más años. De hecho, desde marzo de 2009 el dólar ya se ha devaluado 16% frente a otras monedas y hay quienes pronostican que se devaluará por los menos otros 20%.
Así las cosas, una alternativa interesante para los empresarios colombianos es endeudarse en dólares. Además, con un peso fuerte como se prevé, con una muy baja inflación y con una amplia liquidez, las tasas de interés en Colombia continuarán en una trayectoria descendente, todo lo cual propiciará un mayor dinamismo de la economía interna, especialmente a partir del primer trimestre del año entrante.
Al tiempo que el Banco de la República intenta impedir una excesiva revaluación del peso, el Ministerio de Hacienda ha anunciado que de aquí a fin de año intentará no monetizar los bonos que ha colocado en el exterior. Al mismo tiempo, se ha comprometido a dejar por fuera US$500 millones de dividendos que recibió de Ecopetrol.
Por otro lado el Banco de la República fijó la meta de la inflación para 2010 entre 2% y 4%. Las autoridades están confiadas de que la mayor liquidez que otorgarán en los próximos meses no tendrá un impacto sobre la inflación. La fortaleza del peso y las menores exportaciones a Venezuela contribuirán a mantenerla en reducidos niveles.
Si a lo anterior se agrega la debilidad del dólar debido a políticas fiscales y monetarias irresponsables emprendidas por el actual gobierno de Estados Unidos, y que esa debilidad va para largo, lo razonable es proyectar que la fortaleza del peso frente al dólar durará como mínimo dos años y muy posiblemente tres o más años. De hecho, desde marzo de 2009 el dólar ya se ha devaluado 16% frente a otras monedas y hay quienes pronostican que se devaluará por los menos otros 20%.
Así las cosas, una alternativa interesante para los empresarios colombianos es endeudarse en dólares. Además, con un peso fuerte como se prevé, con una muy baja inflación y con una amplia liquidez, las tasas de interés en Colombia continuarán en una trayectoria descendente, todo lo cual propiciará un mayor dinamismo de la economía interna, especialmente a partir del primer trimestre del año entrante.