Crece la preocupación sobre el excesivo endeudamiento de esa economía y sobre la inestabilidad y efectos negativos que puede traer consigo esa situación.
Uno de los mas recientes analistas en poner el dedo en la llaga es Tyler Durden (“China Minsky Moment is Here, Morgan Stanley Finds”, Zero Hedge, marzo 19 de 2014). El artículo se basa en la categorización que hizo el economista Hyman Minsky sobre los regímenes financieros que existen en las economías y las consecuencias del predominio de unos y otros.
Según Minsky, existen tres grandes regímenes financieros. El primero es el que denomina finanzas de cobertura (hedge finance, en inglés) y es cuando los deudores tienen un suficiente flujo de caja para atender sus compromisos contractuales (para pagar el interés y el principal de sus deudas).
El segundo régimen es el de las finanzas especulativas y se presenta cuando los deudores solamente están en capacidad de atender los intereses mas no el principal de sus deudas. En este régimen lo que se impone es la refinanciación de esas deudas.
El tercer régimen es el de las finanzas Ponzi, y es cuando los deudores no solamente no pueden cubrir el principal sino tampoco los intereses de sus deudas. Entonces, ante la imposibilidad de obtener nuevos préstamos, las alternativas son la venta de activos o la declaratoria de insolvencia o quiebra.
Minsky concluye: 1) que las economías se caracterizan por poseer regímenes financieros que generan estabilidad y regímenes financieros que generan inestabilidad; 2) que entre mayor sea la presencia de los regímenes de finanzas especulativas y de finanzas Ponzi en una economía mayor es su inestabilidad; 3) que en períodos largos de prosperidad las economía pasan de una situación donde prevalecen los régimen financieros estables a una donde están a la orden del día los regímenes inestables.
En otras palabras, su gran conclusión es que entre mas dure una expansión económica mayores son las probabilidades de que se encumbren en la economía las finanzas especulativas y las finanzas Ponzi, y por lo tanto, la inestabilidad.
Pues bien, de acuerdo con Durden, China se encuentra en esta última fase. Una forma de verlo es a través de la creciente deuda de su sector privado, la cual pasó de 115% del PIB en 2007 a cerca de 200% del PIB en 2013. En años recientes, solamente España e Irlanda experimentaron un aumento tan elevado de su endeudamiento privado.
Adicionalmente, la banca informal administra actualmente una quinta parte de la cartera de crédito del país, o sea un equivalente a 40% del PIB, mientras que hace cinco años su participación era de apenas 12% del PIB. Por otro lado, la deuda de los gobiernos locales superó 30% del PIB. Mas aún, el estimativo es que una tercera parte de los préstamos nuevos se están utilizando para refinanciar deuda existente. Y como si lo anterior fuera poco, los pagos de interés representan casi 17% del PIB, una cifra que es el doble de la de Estados Unidos en 2007 en la antesala de la Gran Recesión que afectó a la principal economía del planeta.
La conclusión de Durden es que las finanzas especulativos y Ponzi son actualmente las dominantes en la economía china. En esta fase, no le queda otra salida al Banco del Pueblo de China (su banco central) que la adopción de políticas monetarias restrictivas, lo que de hecho ha ocurrido en los últimos nueve meses. El resultado ha sido un incremento de las quiebras y un agravamiento de la iliquidez en varias empresas, especialmente en los últimos tres meses. Los estándares para el otorgamiento de préstamos se han vuelto cada vez mas estrictos como respuesta al aumento en el riesgo que enfrenta el sector financiero.
Aunque es difícil proyectar la trayectoria exacta de cómo saldrá China de este período de alta inestabilidad económica, si se puede anticipar que el proceso de corrección apenas ha empezado y que su crecimiento económico continuará desacelerándose. Durden se atreve a pronosticar que caerá del 7,5% actual a uno por los lados de 5%, lo que traería una reducción de cerca de un punto porcentual en el crecimiento de la economía global.
Según Minsky, existen tres grandes regímenes financieros. El primero es el que denomina finanzas de cobertura (hedge finance, en inglés) y es cuando los deudores tienen un suficiente flujo de caja para atender sus compromisos contractuales (para pagar el interés y el principal de sus deudas).
El segundo régimen es el de las finanzas especulativas y se presenta cuando los deudores solamente están en capacidad de atender los intereses mas no el principal de sus deudas. En este régimen lo que se impone es la refinanciación de esas deudas.
El tercer régimen es el de las finanzas Ponzi, y es cuando los deudores no solamente no pueden cubrir el principal sino tampoco los intereses de sus deudas. Entonces, ante la imposibilidad de obtener nuevos préstamos, las alternativas son la venta de activos o la declaratoria de insolvencia o quiebra.
Minsky concluye: 1) que las economías se caracterizan por poseer regímenes financieros que generan estabilidad y regímenes financieros que generan inestabilidad; 2) que entre mayor sea la presencia de los regímenes de finanzas especulativas y de finanzas Ponzi en una economía mayor es su inestabilidad; 3) que en períodos largos de prosperidad las economía pasan de una situación donde prevalecen los régimen financieros estables a una donde están a la orden del día los regímenes inestables.
En otras palabras, su gran conclusión es que entre mas dure una expansión económica mayores son las probabilidades de que se encumbren en la economía las finanzas especulativas y las finanzas Ponzi, y por lo tanto, la inestabilidad.
Pues bien, de acuerdo con Durden, China se encuentra en esta última fase. Una forma de verlo es a través de la creciente deuda de su sector privado, la cual pasó de 115% del PIB en 2007 a cerca de 200% del PIB en 2013. En años recientes, solamente España e Irlanda experimentaron un aumento tan elevado de su endeudamiento privado.
Adicionalmente, la banca informal administra actualmente una quinta parte de la cartera de crédito del país, o sea un equivalente a 40% del PIB, mientras que hace cinco años su participación era de apenas 12% del PIB. Por otro lado, la deuda de los gobiernos locales superó 30% del PIB. Mas aún, el estimativo es que una tercera parte de los préstamos nuevos se están utilizando para refinanciar deuda existente. Y como si lo anterior fuera poco, los pagos de interés representan casi 17% del PIB, una cifra que es el doble de la de Estados Unidos en 2007 en la antesala de la Gran Recesión que afectó a la principal economía del planeta.
La conclusión de Durden es que las finanzas especulativos y Ponzi son actualmente las dominantes en la economía china. En esta fase, no le queda otra salida al Banco del Pueblo de China (su banco central) que la adopción de políticas monetarias restrictivas, lo que de hecho ha ocurrido en los últimos nueve meses. El resultado ha sido un incremento de las quiebras y un agravamiento de la iliquidez en varias empresas, especialmente en los últimos tres meses. Los estándares para el otorgamiento de préstamos se han vuelto cada vez mas estrictos como respuesta al aumento en el riesgo que enfrenta el sector financiero.
Aunque es difícil proyectar la trayectoria exacta de cómo saldrá China de este período de alta inestabilidad económica, si se puede anticipar que el proceso de corrección apenas ha empezado y que su crecimiento económico continuará desacelerándose. Durden se atreve a pronosticar que caerá del 7,5% actual a uno por los lados de 5%, lo que traería una reducción de cerca de un punto porcentual en el crecimiento de la economía global.