El banco español está dispuesto a pagarle a sus clientes de banca privada una parte de los 2.330 millones de euros de las inversiones realizadas con Madoff.

 

La idea es resarcir a sus clientes de banca privada que invirtieron en Madoff a través del fondo Optimal Strategic los activos allí invertidos con participaciones preferentes en el Banco Santander a un valor nominal de 1.380 millones de euros. No se incluyen en esta devolución ni a los inversores institucionales ni los rendimientos teóricos.

Dichas participaciones conllevan un pacto de recompra por parte de la entidad a los 10 años, con una retabilidad de 2% anual. No obstante, podrán ser canjeables en el mercado secundario a un menor precio antes de su vencimiento.

El costo para el Santander de esta devolución es de 500 millones de euros, cifra que ya fue provisionada en los balances. No se sabe hasta donde los afectados estarán de acuerdo con el esquema propuesto por el banco. Algunas firmas de abogados involucradas en el tema, tales como Seeger & Weiss, con sede en New York, y Oria Peña y Pajares, con sede en Madrid, consideran que la propuesta es “insuficiente, inconcreta y no repara todos los perjuicios causados.”

El Santander, por su parte, alega que ha adoptado esta acción “sin estar obligado legalmente”. Dice que lo hace por razones exclusivamente comerciales, para mantener la relación de negocio con los clientes afectados.

Muchos de esos clientes son latinoamericanos, donde el banco ha tenido una fuerte presencia en los últimos años. En el caso de Colombia, por ejemplo, se rumora de varios inversionistas perjudicados, incluidos algunos miembros de la familia Santos y antiguos accionistas que en 2007 vendieron al Grupo Planeta el 55% de su participación en la propiedad de la Casa Editorial El Tiempo.