En enero de 2011 el incremento de los precios al consumidor fue de 2,8%, lo que colocó a la inflación interanual en 28,5%.
Venezuela ostenta el récord de la inflación más alta de América Latina en los últimos años. Aparentemente el gobierno de Hugo Chávez está muy orgulloso de este récord puesto que ha hecho todo lo posible para incrementarla con el paso del tiempo. Quizás está empeñado en alcanzar el récord de ser el país con la inflación más alta del planeta y no solamente de América Latina.
2009 cerró con una inflación de 25,1% anual, 2010 con una de 27,2% anual, y analistas serios (o sea distintos a los pagados por el gobierno) piensan que al terminar 2011 estará por los lados de 30% anual.
En el caso de la inflación de enero de 2011, sobresale el aumento de intermensual de 4,5% en el renglón de salud y de 4% en el de alimentos y bebidas no alcohólicas. De hecho, la inflación interanual de alimentos llegó en enero a un espectacular 37,2%.
Pero esta inflación es la que reconoce el Banco Central de Venezuela (BCV). Es innegable para cualquier observador imparcial que la inflación verdadera es más alta. Para empezar, muchos bienes de la canasta familiar están sometidos a control de precios y han desaparecido de los anaqueles de los supermercados.
Es decir, el índice oficial incluye sólo los precios oficiales y no captura la escasez que actualmente existe en Venezuela en muchos productos básicos y que se refleja en la ausencia de marcas de calidad y en racionamientos (la asignación de cupos máximos para cada comprador), especialmente en los supermercados pertenecientes al gobierno.
Por ejemplo, en estos días de mediados de febrero de 2011 lo que más le preocupa a las amas de casa venezolanas es la falta las toallas sanitarias y pañales desechables. Esta preocupación supera en intensidad a la ocasionada por la falta de alimentos como arroz, azúcar, aceites vegetales y hortalizas.
En esta área el gobierno venezolano está siendo fiel a sus principios. La idea es la de copiar lo mejor del modelo cubano. Como es sabido, en Cuba hay un muy fuerte racionamiento de artículos como toallas sanitarias, pañales y papel higiénico.
El nuevo hombre y la nueva mujer que ha producido el régimen de los hermanos Fidel y Raúl Castro, cuya duración de 53 años es casi el doble de la duración del régimen de Hosni Mubarak en Egipto, se caracterizan por tener el consumo per cápita más bajo del planeta en toallas sanitarias, pañales desechables y papel higiénico.
Pues bien, todo apunta a que en Venezuela el gobierno ya empezó a acostumbrar a la población a no consumir toallas sanitarias y pañales desechables. El siguiente paso será el de restringir al máximo el consumo de papel higiénico. Y lograr de esta manera puntos en común entre los dos pueblos "revolucionarios".
2009 cerró con una inflación de 25,1% anual, 2010 con una de 27,2% anual, y analistas serios (o sea distintos a los pagados por el gobierno) piensan que al terminar 2011 estará por los lados de 30% anual.
En el caso de la inflación de enero de 2011, sobresale el aumento de intermensual de 4,5% en el renglón de salud y de 4% en el de alimentos y bebidas no alcohólicas. De hecho, la inflación interanual de alimentos llegó en enero a un espectacular 37,2%.
Pero esta inflación es la que reconoce el Banco Central de Venezuela (BCV). Es innegable para cualquier observador imparcial que la inflación verdadera es más alta. Para empezar, muchos bienes de la canasta familiar están sometidos a control de precios y han desaparecido de los anaqueles de los supermercados.
Es decir, el índice oficial incluye sólo los precios oficiales y no captura la escasez que actualmente existe en Venezuela en muchos productos básicos y que se refleja en la ausencia de marcas de calidad y en racionamientos (la asignación de cupos máximos para cada comprador), especialmente en los supermercados pertenecientes al gobierno.
Por ejemplo, en estos días de mediados de febrero de 2011 lo que más le preocupa a las amas de casa venezolanas es la falta las toallas sanitarias y pañales desechables. Esta preocupación supera en intensidad a la ocasionada por la falta de alimentos como arroz, azúcar, aceites vegetales y hortalizas.
En esta área el gobierno venezolano está siendo fiel a sus principios. La idea es la de copiar lo mejor del modelo cubano. Como es sabido, en Cuba hay un muy fuerte racionamiento de artículos como toallas sanitarias, pañales y papel higiénico.
El nuevo hombre y la nueva mujer que ha producido el régimen de los hermanos Fidel y Raúl Castro, cuya duración de 53 años es casi el doble de la duración del régimen de Hosni Mubarak en Egipto, se caracterizan por tener el consumo per cápita más bajo del planeta en toallas sanitarias, pañales desechables y papel higiénico.
Pues bien, todo apunta a que en Venezuela el gobierno ya empezó a acostumbrar a la población a no consumir toallas sanitarias y pañales desechables. El siguiente paso será el de restringir al máximo el consumo de papel higiénico. Y lograr de esta manera puntos en común entre los dos pueblos "revolucionarios".
Faltan, eso sí, campañas públicas que ilustren a venezolanas y venezolanos cómo hacen las cubanas y cubanos para vivir con cantidades ínfimas de toallas sanitarias, pañales desechables y papel higiénico.