Gobierno de Venezuela muestra unas fotos de Chávez en las que aparece una momia muy maquillada, aparentemente entubada y sin poder hablar.
Los personajes que manejan el gobierno actual de Venezuela, Nicolás Maduro, Diosdado Cabello, Rafael Ramírez y Elias Jaua, tienen el descaro de decir que Chávez es el que está gobernando. Se trata de un paciente con cáncer terminal que no está en condiciones de gobernar. Así lo han dicho desde meses atrás las fuentes independientes que no bailan al son de las mentiras oficiales.
Es inconcebible que mientras el paciente estuvo al borde de la muerte a comienzos de este año, Nicolás Maduro haya dicho que Chávez estaba haciendo ejercicios y trotando en franca recuperación. Medios de comunicación que se dicen independientes en su momento le dieron un gran despliegue a esta noticia y después cuando se confirmó que era una mentira del tamaño de una catedral no se la cobraron. ¡Eso es lo que llaman informar!
De hecho, el propio Chávez ha mentido sobre su salud en distintas ocasiones. Que ya se curó, que está en proceso de curarse, etcétera, etcétera. Infinitas veces durante estos últimos dos años ha mentido sobre su enfermedad. Nunca ha habido un parte médico independiente y profesional que haya certificado sobre el real estado de su salud. Solo versiones oficiales mentirosas.
Pues bien, para estos periodistas que no cuestionan las mentiras oficiales, que se alimentan de ellas, hay que repetirles por enésima vez que todos los indicios apuntan a que Chávez tiene un cáncer terminal con una expectativa de vida de menos de cinco meses. También no sobra reafirmarles por enésima vez, que el agravamiento prematuro de Chávez se debió exclusivamente a la “maravillosa” medicina de Cuba, cuyas limitaciones para tratar casos complejos y difíciles son ya muy conocidas, excepto claro está por quienes tienen por oficio “informar”.
Es inconcebible que mientras el paciente estuvo al borde de la muerte a comienzos de este año, Nicolás Maduro haya dicho que Chávez estaba haciendo ejercicios y trotando en franca recuperación. Medios de comunicación que se dicen independientes en su momento le dieron un gran despliegue a esta noticia y después cuando se confirmó que era una mentira del tamaño de una catedral no se la cobraron. ¡Eso es lo que llaman informar!
De hecho, el propio Chávez ha mentido sobre su salud en distintas ocasiones. Que ya se curó, que está en proceso de curarse, etcétera, etcétera. Infinitas veces durante estos últimos dos años ha mentido sobre su enfermedad. Nunca ha habido un parte médico independiente y profesional que haya certificado sobre el real estado de su salud. Solo versiones oficiales mentirosas.
Pues bien, para estos periodistas que no cuestionan las mentiras oficiales, que se alimentan de ellas, hay que repetirles por enésima vez que todos los indicios apuntan a que Chávez tiene un cáncer terminal con una expectativa de vida de menos de cinco meses. También no sobra reafirmarles por enésima vez, que el agravamiento prematuro de Chávez se debió exclusivamente a la “maravillosa” medicina de Cuba, cuyas limitaciones para tratar casos complejos y difíciles son ya muy conocidas, excepto claro está por quienes tienen por oficio “informar”.