La presidenta de Argentina le pidió al Papa Francisco que intermedie en el conflicto de las Islas Malvinas. Esta solicitud la hizo en un momento inapropiado y a la persona menos indicada.
Sucedió en una reunión entre los dos personajes que era completamente informal y que antecedió a la misa de inicio del Pontificado con la presencia de 150 delegaciones de distintos países. No se trataba de una visita de Estado. El Papa al recibirla hizo un gesto de cortesía y de cariño hacia la mandataria de su país de origen y nada mas. Obviamente no hubo sobre esta reunión un comunicado oficial de la Santa Sede.
Por otro lado, no es el Papa Francisco el indicado para esta intermediación, comenzando por que es argentino. Pero además, el otro país involucrado en el conflicto es Inglaterra que no es católico.
Como se sabe la relación entre este Papa y los Kirchner nunca fue la mejor. La inusitada solicitud de Cristina fue indudablemente una especie de viveza, quizás con la intención de poner contra las cuerdas a Francisco I frente a la población argentina. Pero no le salió bien. Simplemente hizo el ridículo.
Por otro lado, no es el Papa Francisco el indicado para esta intermediación, comenzando por que es argentino. Pero además, el otro país involucrado en el conflicto es Inglaterra que no es católico.
Como se sabe la relación entre este Papa y los Kirchner nunca fue la mejor. La inusitada solicitud de Cristina fue indudablemente una especie de viveza, quizás con la intención de poner contra las cuerdas a Francisco I frente a la población argentina. Pero no le salió bien. Simplemente hizo el ridículo.