La megalomanía de Chávez no tiene límites. Relaciona su enfermedad con la voluntad de Dios. Pero de un Dios que está pendiente de solucionarle el problema.
Chávez sostiene que Dios le mandó el cáncer que padece. Fue supuestamente un preaviso divino por despreocuparse de su salud. Pero una vez aceptada la irresponsabilidad, Dios se encargará de su sanación. En otras palabras, este megalómano cree que Dios está atento a garantizarle larga vida para que tiranice a Venezuela por décadas, a semejanza de lo que hicieron esos otros megalómanos y amigos suyos Muammar Gaddafi y Fidel Castro.
Pues bien, la sola afirmación de que hay un Dios que toma partido a favor de los políticos de este mundo es una barrabasada, por decir lo menos. No deja de sorprender el afán de Chávez por convertir a Dios en cómplice de sus odios, trampas y mentiras, las que utiliza sin escrúpulos para gobernar. Así será su afán de legitimidad. Así también su preocupación por el impacto de esa enfermedad sobre la opinión pública venezolana.
Es usual ver entrenadores y jugadores de fútbol implorándole a Dios, antes de empezar un partido, que les conceda el triunfo, sin deparar que los del equipo rival hacen exactamente la misma petición y con iguales méritos. ¡Pobre Dios! Todos le demandan trato excepcional. Incluso marxistas como Chávez y sus seguidores.
Pues bien, la sola afirmación de que hay un Dios que toma partido a favor de los políticos de este mundo es una barrabasada, por decir lo menos. No deja de sorprender el afán de Chávez por convertir a Dios en cómplice de sus odios, trampas y mentiras, las que utiliza sin escrúpulos para gobernar. Así será su afán de legitimidad. Así también su preocupación por el impacto de esa enfermedad sobre la opinión pública venezolana.
Es usual ver entrenadores y jugadores de fútbol implorándole a Dios, antes de empezar un partido, que les conceda el triunfo, sin deparar que los del equipo rival hacen exactamente la misma petición y con iguales méritos. ¡Pobre Dios! Todos le demandan trato excepcional. Incluso marxistas como Chávez y sus seguidores.
(Advertencia: lanota.com sólo utiliza este nombre. No tiene relación alguna con portales o empresas que emplean la palabra lanota en otras combinaciones de nombres).